un poco de...
historia
Detrás del Museo Franz Mayer
El Museo Franz Mayer se encuentra ubicado en un edificio extraordinario de la segunda mitad del siglo XVI, destacando por su inmenso valor patrimonial y arquitectónico. A lo largo de sus 400 años de historia, este edificio ha experimentado diversas funciones y usos significativos.
XVI
en sus inicios
Siglo XVI
En sus inicios, alrededor del siglo XVI, el espacio albergaba la Casa del Peso de la Harina, una alhóndiga destinada al almacenamiento de harina. Posteriormente, en 1586, se estableció el Hospital de los Desamparados, y en 1604, la orden de San Juan de Dios asumió la gestión del recinto. Durante este período, el edificio adquirió la estructura arquitectónica que lo caracteriza, conocida como “de tipo hospitalaria conventual”, ya que su claustro estaba conectado a la Iglesia de San Juan de Dios hacia el coro y la sacristía.
segundo
segundo imperio mexicano
Maximiliano de Habsburgo
Después de dos siglos de servicio, las órdenes religiosas fueron expulsadas del inmueble, y la administración del hospital pasó a manos del Ayuntamiento de la Ciudad de México. Durante el Segundo Imperio Mexicano, Maximiliano de Habsburgo estableció un Instituto de Sanidad en las instalaciones del hospital, que se especializó en el tratamiento de enfermedades venéreas, ofreciendo atención especialmente a prostitutas. A lo largo de los años, el edificio continuó siendo un hospital para mujeres bajo diferentes denominaciones y en 1931 fue declarado monumento histórico.
1981
Centro histórico
Antiguo Hospital de San Juan de Dios
En 1981, como parte de un programa de restauración del Centro Histórico respaldado por el Gobierno Federal, el Antiguo Hospital de San Juan de Dios fue concedido al Fideicomiso Cultural Franz Mayer, salvándolo del deterioro. Tras un año de acondicionamiento y rescate del inmueble, el monumento histórico se transformó para dar cabida al Museo Franz Mayer y sus valiosas colecciones.
conservación
del espacio
Edificio Virreinal
Comprometido con la conservación de este emblemático espacio, el Museo Franz Mayer reconoce las características originales de la edificación en sus paredes, las cuales dialogan de manera armoniosa con los objetos exhibidos en el museo. Así, el acervo artístico resguardado en un edificio virreinal catalogado como monumento histórico convierte al propio recinto en una pieza adicional de la colección, fusionando historia y arte de manera única.